Nota biográfica

Profesor Augusto Sarmiento Rosillo: 1927-2023. Semblanza

Professor Augusto Sarmiento Rodillo: 1927-2023. Biographical note

José Manuel Pinzón-Rojas1

1 Clínica Norte, Cúcuta, Colombia.

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Recibido: 28/02/2023

Aceptado: 23/03/2023

Correspondencia: José Manuel Pinzón-Rojas, Email: jomapinzon@hotmail.com.

Cómo citar: Pinzón-Rojas JM. [Profesor Augusto Sarmiento Rosillo: 1927-2023.
Semblanza]. Rev Col Or Tra. 2023;37(1):e17. English. doi: https://doi.org/10.58814/01208845.17

How to cite: Pinzón-Rojas JM. Professor Augusto Sarmiento Rodillo: 1927-2023. Biographical note. Rev Col Or Tra. 2023;37(1):e17. English. doi: https://doi.org/10.58814/01208845.17

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Al Dr. Sarmiento lo conocí hace 48 años cuando participaba como conferencista en un congreso de la Academia Americana de Cirugía Ortopédica. Para ese entonces, ya era considerado un talentoso ortopedista, admirado por sus excelentes cualidades como docente, investigador y, sobre todo, como ser humano.

Un desafortunado suceso familiar me permitió iniciar una cercana amistad con él: luego de la muerte prematura de su padre, su cuidado y educación estuvieron a cargo de su tío Augusto, un sacerdote que, por sus excelentes capacidades y cualidades religiosas, llegó a ser el arzobispo de la Diócesis de Pamplona.

Años después, encontrándome en la sala de cirugía de la Clínica Santa Ana, en Cúcuta, Colombia, cuando me informaron que el arzobispo estaba en urgencias por un dolor abdominal agudo, por lo que solicité que fuera llevado a la sala de cirugía para que fuera evaluado por un talentoso cirujano general (Dr. Juan Sus) que en ese momento se encontraba conmigo y quien, luego de haber examinado al arzobispo, me dijo: Manuel, cámbiese de ropa y ayúdeme en esta cirugía de extrema urgencia porque el paciente presenta manifestaciones clínicas de aneurisma de la aorta abdominal próximo a romperse, lo cual se confirmó en la cirugía, la cual afortunadamente se realizó sin complicaciones.

Una vez enterado del suceso, el Dr. Sarmiento me llamaba de 2 a 3 veces al día para que le informara sobre la salud de su tío. Ya que tuvo una evolución favorable, a los 10 días fue dado de alta, momento en el cual el Dr. Sarmiento me expresó su sincero agradecimiento por el oportuno manejo de la enfermedad de su tío. Desde entonces inició nuestra amistad, manteniendo una comunicación continua sobre aspectos científicos, profesionales y sociales.

Sarmiento, nacido en Bucaramanga, se graduó como médico y cirujano en la Universidad Nacional de Colombia y posteriormente comenzó su formación como ortopedista en el Hospital Militar Central de Bogotá. Sin embargo, poco después se trasladó a los Estados Unidos donde inició su internado en un Hospital de New Jersey y luego fue admitido a un programa de residencia en ortopedia y traumatología en Carolina del Sur bajo la dirección de Austin Moore y Barney Freeman, terminando su entrenamiento en el St. Joseph Hospital de San Francisco, bajo la tutela del profesor Ralph Soto-Hall. Luego de graduarse como ortopedista, realizó varios cursos de especialización en importantes universidades y reconocidos hospitales de New York y Boston.

Tiempo después, se mudó a Orlando, donde conoció al profesor Newton Mc Collough, quien le presentó al Dr. Arthur Weiland, quien para ese entonces era el jefe del programa de Ortopedia de la Universidad de Miami, quien le dijo al Dr. Sarmiento que podría ser admitido en la Escuela Médica de la Universidad de Miami, lo cual así sucedió. Dos años después comenzó a trabajar en el Jackson Memorial Hospital como residente senior en ortopedia, donde, gracias a su actividad científica y académica, tuvo un ascenso vertiginoso, llegando a ser director del programa de Rehabilitación, Ortopedia y Traumatología de la Universidad de Miami, donde también fue nombrado profesor emérito.

En lo que respecta a su actividad investigativa, el Dr. Sarmiento escribió el libro Tratamiento funcional incruento de las fracturas, en el cual aborda la patología y tratamiento de las fracturas. Igualmente, basado en su estudio de la fisiopatología de las fracturas, diseñó y fabricó los famosos braces para el tratamiento de fracturas y los cuales permitían la movilidad precoz de las articulaciones proximales al sitio de la lesión, también conocidos a nivel mundial como los “Yesos de Sarmiento” y fabricados posteriormente en fibra de vidrio. Si bien el uso de estos braces generó controversias por parte de algunos ortopedistas, en general fue aceptado en la mayoría del mundo. El Dr. Sarmiento también diseñó una prótesis total de cadera, por lo cual se le consideró un pionero en lo que respecta a los implantes totales de cadera en los Estados Unidos. Igualmente, desarrolló e implementó diferentes procedimientos quirúrgicos, tales como la osteotomía de deslizamiento subtrocantérica del fémur como complemento del tratamiento quirúrgico de las fracturas proximales.

Figura 1. A. Portada del libro “Tratamiento funcional incruento de las fracturas” (inglés y español). B. Demonstración en Latinoamérica del uso del brace funcional en la muñeca (1960).

En años posteriores, y gracias a su preparación académica y científica en la especialidad, fue nombrado jefe del Servicio de Ortopedia del Hospital General de los Ángeles. Después, en 1993, recibió una llamada del Dr. Clement Sledge, profesor de la Universidad de Harvard, quien le informó que un comité lo había propuesto como candidato a la posición de profesor y jefe de ortopedia y traumatología del centro hospitalario Health Care International en Escocia, institución de salud dependiente de la Escuela de Medicina de la Universidad de Glasgow y considerada la Clínica Mayo de Europa. Allí, su misión fue desarrollar el primer programa de residencia en ortopedia con énfasis en la investigación, labor que culminó exitosamente.

Figura 2. Comienzo académico del Dr. Sarmiento. De izquierda a derecha: Drs. Austin T. Moore (mentor), Augusto Sarmiento, C. L. Wilson, Robert Keiser, Albert Wilson y John Birch. Miami, 1962.

El Dr. Sarmiento también fue un escritor prolífero: publicó 14 libros, tanto de ortopedia y traumatología, como de filosofía y humanidades, y más de 300 artículos y capítulos de libro. Asimismo, fue invitado a participar como conferencista y director de talleres en más de 40 países de América, Europa y Asia. En 1999, publicó en el Journal of Bone and Joint Surgery el artículo Respondiendo al cambio, donde manifestó su preocupación por los cambios que habían ocurrido a raíz de la reforma del sistema de atención en salud en Estados Unidos y en la cual, a partir de la reducción de los honorarios por la prestación de servicios de salud, se observó que muchos problemas de salud que previamente eran tratados exitosamente con medidas conservadoras, ahora empezaban a ser manejadas quirúrgicamente. En dicho artículo, también comentaba que, si bien muchos residentes de ortopedia se estaban entrenado para ser cosmetólogos del esqueleto, antes que médicos, confiaba en la ética de los ortopedistas, pues, en su opinión, el entrenamiento en un programa de residencia bien balanceado, les daba a estos residentes bases suficientes para practicar la ortopedia de forma adecuada y moral en la práctica clínica.

Figura 2. Participación en un congreso de la Sociedad Internacional de Cadera en Berna, Suiza, 1990. Dr. Augusto Sarmiento (Izq.), Dr. Mauricio E. Müeller (Der).

El Dr. Sarmiento también se consideraba a sí mismo un abanderado de la defensa de la ética, la bioética, la moral y la honradez profesional que debe caracterizar a los ortopedistas, tal como se evidencia en varios de los artículos que publicó al respecto, entre los cuales incluyen La ética médica y la industria farmacéutica, Educación en ortopedia y El rumbo y objetivos que el especialista de ortopedia debe seguir para un correcto ejercicio profesional.

También escribió varios artículos sobre la naturaleza de la relación médico-industria farmacéutica, donde evidenciaba su crítica por el control ejercido por esta industria en la educación e investigación médica, llegando a proclamarse un acérrimo enemigo de recibir dádivas o regalos por parte de la industria a cambio de usar materiales de osteosíntesis y prescribir medicamentos, esto a partir de una desagradable experiencia: de acuerdo con el Dr. Sarmiento, un día ingresó a su consultorio un comisionado de una empresa que vendía productos de ortopedia y quien le dijo que le traía un regalo (una réplica en oro de la prótesis de cadera inventada por él) y que la empresa le pagaría una remuneración por cada prótesis que se vendiera en Estados Unidos, a lo que atónito e indignado, el Dr. Sarmiento le devolvió el regalo y le informó que estaba en el lugar equivocado, pues su oferta era una ofensa, pues la consideraba poco ética. En este sentido, algunos de los artículos y textos publicados por el Dr. Sarmiento sobre esta relación incluyen The pharmaceutical industry and continuing education, Medicine needs more ethics and less business orthopaedics today, The relationship between orthopaedics and industry must Be Reformed y The orthopaedic-industrial complex. este último publicado en 2003 como capítulo de su libro autobiográfico Bare bones: A surgeon Tale: The Price of Succes in American Medicine. También es importante mencionar Una Vida que Vale la Pena Vivir, libro publicado en 2021 y que sería el último libro publicado por él y en donde, desde un enfoque más filosófico que clínico, presenta sus experiencias de vida.

Gracias a su alta actividad científica y académica, el Dr. Sarmiento entabló amistades y debates sobre diversos temas de la especialidad con los ortopedistas más renombrados del mundo. Además, debido a sus muchas cualidades profesionales, en 1990 fue nombrado presidente de la Academia Americana de Cirugía Ortopédica AAOS, siendo el primer y único ortopedista no nacido en los Estados Unidos en ocupar este cargo. También fue miembro de muchas sociedades y asociaciones científicas de ortopedia del mundo y miembro fundador de la Hip Society International.

El Dr. Sarmiento también recibió varios reconocimientos, premios y condecoraciones por su ejercicio profesional, entre los que destacan el premio de ética Elmer Mix, otorgado por la Sociedad de Ortopedia Clínica de Estados Unidos; el premio Kappa Delta, que se concede a los ortopedistas más destacados en Estados Unidos, y el premio Nicolas Andry, entregado por la Association of Bone and Joint Surgeons.

En lo que respecta a su vida personal, el Dr. Sarmiento era miembro de una familia muy unida: a pesar de estar radicado en Estados Unidos, visitaba con frecuencia a su madre, quien vivía en Bucaramanga. Además, mientras cursaba su residencia en ortopedia, contrajo matrimonio con Bárbara Kitchings, enfermera profesional estadounidense, con quien tuvo sus tres hijos: Janette, Augusto y Gregory.

Figura 4. Familia Sarmiento. Augusto Sarmiento, Bárbara Kitching, Augusto (hijo), Gregory y Janette.

En Colombia participó en muchas ocasiones como conferencista de congresos nacionales realizados por la Sociedad Colombiana de Cirugía Ortopédica y Traumatología. También contribuyó en la elaboración de los libros Displasia del desarrollo de la cadera de los Dres. V. Malagón y su hijo JM Malagón, y Ortopedia y fracturas de los Dres. V Malagón y D Soto. Además, en 1978, y como reconocimiento a sus actividades académicas y grandes aportes a la ortopedia y traumatología, el Gobierno Nacional lo condecoró con la Cruz de Boyacá, máxima distinción que alguien puede recibir en Colombia. Luego, en 1989 fue declarado ciudadano emérito en el Departamento de Santander y en 2004, la Academia Nacional de Medicina lo nombró miembro honorario.

Por último, respecto a su labor docente, cabe destacar que mientras fue profesor en Miami y en los Ángeles, fue mentor de distinguidos ortopedistas colombianos como los profesores de la Universidad Pontificia Javeriana, Dres. Eusebio Cadena, José Navas y Adolfo Llinás.

Figura 5. Nombramiento del Dr. Augusto Sarmiento como miembro honorario de la Academia Nacional de Medicina de Colombia, 2004. De izquierda a derecha: Jaime Quintero L, Carlos Olarte, Miguel Murcia, Gabriel Álvarez, Aadolfo Llinás, Augusto Sarmiento, Jaime Quintero, Alberto Restrepo, Celso Pedraza, Pablo Arango, Félix Borrero, Javier Pérez, Orlando Ramos, José Pinzón, Gustavo Malagón L y Gustavo Malagón.